7 de octubre de 2007

BODAS DE PLATA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS EN BOGOTÁ



El 14 de septiembre de 2007 se celebraron 25 años de la presencia del Señor de los Milagros en Bogotá, más exactamente en el templo San Alfonso María de Ligorio del barrio La Soledad (Avenida 28 No. 39-27). Allí se venera esta imagen, cuyo original es del siglo XVI y se conserva en la ciudad de Buga (Valle).

El culto se ha difundido por todo el país, gracias a los padres Redentoristas, impulsores de esta devoción. La imagen que se venera en Bogotá, en la iglesia de San Alfonso, fue elaborada en Medellín y desde 1985 se le ha consagrado el día 14 de cada mes; en su honor se celebran Eucaristías especiales al Milagroso.
Los domingos se reciben más de 15 mil personas y los días 14 de cada mes, alrededor de 50 mil fieles. En 1980, un grupo de señoras residentes del barrio, inició las peregrinaciones desde Bogotá hasta el Santuario del Señor de los Milagros en Buga. Después de dos años, ante las incomodidades generadas por los viajes, se decidió traer una imagen réplica del Milagroso.
El 14 de septiembre, el horario de las Misas empezó desde las 4:00 a.m., cada hora y media y finalizó esta celebración con la última Eucaristía a las 8:00 p.m.

A la sombra del Milagroso de Buga, se dan cita miles de feligreses procedentes de toda la ciudad o de fuera, son 19 años de tradición en el barrio La Soledad, los domingos recibe más de 35 mil personas, y los 14 de cada mes, más de 50 mil.

La iglesia San Alfonso María de Ligorio de los redentoristas, construida en 1950, tiene todos los ornamentos de la antigua iglesia de Santa Inés, demolida durante la ampliación de la carrera 10. Allí reposaban, entre otros, los restos de José Celestino Mutis, trasladados después a la catedral.

El terreno lo donó Mariano Ospina Pérez y su moderna construcción contrasta con el estilo barroco de los altares de madera, tallados en el siglo XVII, y con los arcos de piedra de la puerta principal, de la capilla del Milagroso y de la Virgen de la Salud.

Sus devotos sostienen que incluso ha curado tumores cerebrales con fricciones de aceite de consagrar. Los dones más buscados son la salud, el trabajo, el amor, el estudio y el bienestar en el hogar. A esta imagen también se le atribuye el poder de proteger a la ciudad de inundaciones, terremotos, sequías y, actualmente, del conflicto armado.

Los milagros van y vienen por el repertorio religioso desde aquel día en que, según la leyenda, una indígena encontró, hacia 1508, un pequeño crucifijo a orillas del río Guadalajara, Valle del Cauca, y poco después este comenzó a crecer en el altar que la mujer le había hecho en su choza.

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